….AHORA
recoges ajos,
acaricia primero ese marfil precioso,
huele su fragancia iracunda,
entonces deja el ajo picado
caer CON
la cebolla…
acaricia primero ese marfil precioso,
huele su fragancia iracunda,
entonces deja el ajo picado
caer CON
“Oda al Caldillo de Congrio”
Ajo blanco, ajo cabañil, ajo arriero, ajo pringue, ajo mataero, ajopuerco, all-i-oli, sopa de ajo,… basta dar un repaso a la gastronomía española para constatar la abundancia de platos que encabeza este condimento. Cuando no es el protagonista aparece COMO
coletilla al final de la receta; conejo, angulas, gambas, costillas todas ellas “al ajillo”. En otros platos no figura en el enunciado PERO
tiene una fuerte presencia en el contenido “migas” “gachas” “bacalao al pil, pil”…
El bulbo de Allium sativum, que pertenece a la familia de las liliáceas al igual que el puerro y la cebolla, tiene orígenes poco definidos que lo sitúan en Asia Central DESDE
donde se extendió a Europa, siendo los españoles quienes lo hicimos llegar a América.
Diversas culturas lo han EMPLEADO
a lo largo de la historia en unos casos por sus posibilidades culinarias, en otros por sus propiedades medicinales e incluso por atribuirle capacidades mágicas. Egipcios, sumerios, hebreos, griegos, romanos… sucumbieron ante sus cualidades.
En uno de los tratados más antiguos de medicina que conocemos el papiro egipcio de Ebbers (1.500 a.C) que describe el tratamiento de enfermedades CON
sustancias vegetales, aparece recomendado en NUMEROSAS
ocasiones por su poder curativo.
Heródoto de Halicarnaso (484-425 a.C) relata que en un viaje que realizó a Egipto, en la Gran Pirámide de Giza, también conocida como la pirámide de Keops (faraón que la mandó construir), figuraba una inscripción en la que se podía leer la cantidad EMPLEADA
en la adquisición de ajos, cebollas y rábanos destinados al consumo alimenticio de peones y oficiales dedicados a su construcción.
La cultura griega le dio el sobrenombre de “rosa picante” y le atribuyó cualidades vigorizantes, recomendando su uso a los atletas en los Juegos Olímpicos. Igualmente le atribuyeron poderes mágicos, ofreciendo coronas de ajo a la diosa Hécate, diosa infernal relacionada con la brujería y la magia, que se situaba en las encrucijadas de caminos.
Preparar la dorada, el pescado en general, “al papillote” es uno de los mejores recursos que tenemos en la cocina PARA
respetar laJUGOSIDAD
, el sabor y los valores nutricionales del pescado y, además, sabe riquísimo. Es un plato perfecto para los que quieren cuidar la línea. No es complicado de hacer; ¡de verdad! Hoy la preparamos con unas verduritas; perfecto para un primer plato o UNA
cena ligera.
Ingredientes para 4 personas:
· 4 filetes de dorada
· 4 hojas de papel para hornear (aproximadamente 35cm X 60cm)
· Hilo o cuerda PARA
atar los paquetes de papillote
· Sazonador para pescado Carmencita
· 4 gajos de limón
· aceite de oliva
· vino blanco
· 1 puerro
· 2 zanahorias
· ½ pimiento rojo
· ½ calabacín
PASOS
a seguir:
· Precalentar el horno a 190ºC.
· Poner UNA
olla amplia al fuego CON
agua y sal. Cortar toda la verdura en juliana fina. Cuando hierva el agua, echar la verdura en juliana y cocinar 30 segundos. Sacar la verdura con una espumadera e introducirla de inmediato en un recipiente con agua fría.
· Extender el papel para hornear, colocar el filete de dorada, sazonar con el sazonador de pescado, rociar con aceite, añadir algo de la verdurita, rociar con el gajo de limón y colocarlo al lado del pescado, rociar con vino blanco y cerrar enrollando el papel en un tubo. Cerrar los lados atando con hilo. El resultado final es COMO
el envoltorio de un caramelo gigante. Repetir con los otros tres filetes.
· Colocar los paquetes en una bandeja y hornear 20 MINUTOS
.
· Abrir CON
tijeras y servir enseguida.
· Aliñar la verdura sobrante con sal, aceite y limón y servir COMO
ensaladita. ¡Que aproveche! Angel Varela Garcia.
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